Thursday, February 15, 2007

Para huir del ogro



En la filosofía griega, existía la noción de daimon, el demonio, el ogro personal. Supongo que es una de las ideas que está en la base de elaboraciones posteriores como la del destino, el alma, el inconsciente. El daimon era aquel espíritu que conformamos inconscientemente con nuestras acciones: como el hombrecito jorobado que se posa sobre el hombro de las personas que tienen mala suerte en las leyendas alemanas. A veces es imposible explicar por qué la mala suerte o la buena fortuna se ensañan con una persona en particular. Por eso preguntaban los de Travis "Why does it always rain on me?".

De acuerdo con los griegos, nosotros hacemos al daimon, pero una vez que cobra vida, es él quien nos maneja y no al revés. Uno es su daimon, e intentar huir de él es tan infructuoso como esconderse de la propia sombra. Sin embargo, uno no puede conocer completamente a su daimon. Porque, posado sobre nuestros hombros, sólo es accesible para los otros y no para uno mismo. Nuestra mirada es muy corta para contemplarlo de conjunto, sólo percibimos la fugacidad del movimiento de sus miembros en los límites del campo visual. Nosotros vemos el daimon de los demás y estamos condenados a no poder observar el nuestro propio en su conjunto y en acción. Por eso es que para los griegos la vida pública, en el ágora, en la asamblea, era tan importante: la realidad es algo que no se puede comprender en solitario, necesitamos de las miradas de los demás para cobrar auténtica corporeidad. Un mundo contemplado desde una sola perspectiva resultaba muy pobre. Por eso es que el cíclope -y el ogro solitario- son criaturas tan nostálgicas y, además, tan violentas.

Sin embargo, hay días en que dan ganas de lanzar al daimon por la ventana y hacer de cuenta que todo está por inventarse, que todo puede verse con ojos nuevos y que nuestras reacciones no serán las de siempre. A veces es necesario huir del ogro. Hacer las maletas, correr, y esperar que todo se solucione milagrosamente al regreso. No todos los días se puede tener el valor de Aquiles, pero siempre es difícil quitarse las ansias de viaje y de novedad de Ulises.

¿Qué tal un paseo por los Grandes Lagos, equipados sólo con música de Sufjan Stevens? Por lo menos, podríamos darnos el daimon y yo una tregua temporal...

17 comments:

Arkturo said...

I Wroogg Likee The Michigann..

Tessitore di Sogno said...

Si este comentario fuera parte de una cinta sin duda sería mi favorita.

Arkturo said...

Gracias por el comentario que realizaste en mi blog, y sì, yo realizo esos fugaces textos que en algún momento les llegué a dar el raro nombre de Undos, es la primera véz que alguién me dice que le gustan, y eso totalmente me deja por bien servido. Lo bonito de volver es quizás la aventura de poder hacer algo mejor o peor de lo que estas haciendo en la actualidad, además de satisfactoriamente a uno se le depura de todos esos bichos y canceres que la sociedad nos adhiere, pero no sé, tal véz el poder volver sea una aplicación de imposibles y valientes, puesto que es muy dificil y además muy temorosa.

estoy de vuelta con más inmaduras letras en el blog, y también con un buen abrazo para un buen amigo llamado Mario

bendiciones chaval!

Miguel Cane said...

Querido Mario,

Hace tanto que no tengo que luchar con mis daemonen que ya me había olvidado de que los tengo.

¡Y vaya que los tengo! ¡Y son muchos! (Tú no te das una idea)

Pero la cosa es, no sólo huir de ellos o estar en una constante espiral para vencerlos. Más bien, en vez de huir del ogro, lo que he aprendido a hacer, es a convivir cob él, del modo más armónico posible, integrarlo a mi vida, ya que después de todo, el daimon es también yo.

Interesante reflexión la tuya Mario (no deja de sorprenderme). Que sea un placentero finde, o bien, un placentero viaje.

y why does it always rain on me? -- because I let it be so. But one can learn to love the rain.

Mariluz Barrera González said...

Comentaba a David lo importante de la mirada, y al leer tus líneas me llamó la atención que hablas de algo muy semejante.
La mirada hacia las circunstancias, hacia las personas, hacia la realidad es vital.
La realidad me habla, me dice algo en cada circunstancia, en cada persona que cruza por mi camino; tal vez no pueda ver mi daemonen pero es a través de ser mirado por otros que puedo descubrirme y confirmar mi existencia; los necesito, necesito sus miradas;al igual debo mirarlos.
Cuando pienso en esto recuerdo al naufrago (Tom Hanks) y a su pelota, era necesario para el esta compañía que lo ayudaba a darse cuenta de que aún seguia ahí.

Un beso.

Arkturo said...

muchas gracias por el canción-video de Sufjan Stevens (nunca pensé que una canción tan más mona, tuviese un par igual de distinguible) y la otra de José Luís Perales, que no sé, me gustó tanto la edición del video al momento de combinar esos simbolos orientales tan más fantásticos con imágenes de esa niña o niño.

gracias y espero sigas guiandome por el lado del bién.

eres un jedi tio xD
a vencer al puto ogroo!!

senses and nonsenses said...

la mirada del otro... también hablo yo de esto en el último post. es verdad que son los otros los que ven nuestro daemon, pero si los otros ven un ogro en mí, qué puedo hacer?
difícil equilibrio entre el ser mirados y lo que miramos.
un placer, aprender y pensar, cada vez que paso por tu blog.
un abrazo.

Grismar said...

Creo que a veces todo se inventa de nuevo con sólo cambiar de mirada, no la nuestra, sino del otro, cuando otro nos mira puede estar viendo el reflejo de su propio daimon, y no el nuestro, y a veces sólo bastan un par de ojos nuevos para que nuestros ojos también sean nuevos.
Como dice Miguel Cane, aprender a convivir con él es importante, sino la constante huída puede convertirse en el verdadero daimon.
Besos.

Yayo Salva said...

Certera reflexión, sí señor. Vivimos inseparables de nuestro propio demonio personal. Yo creo que sí es perceptible ese demoniejo por uno mismo, pero efectivamente muy escurridizo. En cualquier caso, opino también que es fundamental disponer de la perspectiva que otro dan de uno mismo.
Un saludo.

el juntacadáveres said...

mmm... que cosas...
algo hay en el ambiente no¿?

Zelig said...

Querido Mario, si algún día emprendes ese viaje por los Grandes Lagos, no dudes en llamarme...

Unknown said...

Me encanto este posteo, yo en lo personal coincido taotalmente con el, y en mi caso le llamo mi Diablo de la Retaguardia un ser que sentado en mi hombro izquierdo me hace sentir miserable en algunos momentos del dia, pero ha aprendido ha hacer las paces con mi angel de la guardia sentado en mi hombro derecho...y no se que haria de momento sin el..sion ellos

Arkturo said...

en donde andas metido mario?

Unknown said...

En otros blogs si pones cometarios y en el mio no..??!!

Ya ves como eres tocayo!!

Estoy por terminar ub post de los Oscares ojale tu y los demas le hechen un ojo

OCHO said...

"la realidad es algo que no se puede comprender en solitario, necesitamos de las miradas de los demás para cobrar auténtica corporeidad. Un mundo contemplado desde una sola perspectiva resultaba muy pobre. Por eso es que el cíclope -y el ogro solitario- son criaturas tan nostálgicas y, además, tan violentas." Cierto. Saludos!!

Mario said...

Arkturo:

Volver es una forma de reconciliarse con uno mismo, con el demonio personal que a veces no deja de atormantarnos. Volver es, de cierta manera, darse una tregua con la icnertidumbre del futuro. Eso es muy irónico: que para avanzar tengamos que regresar a los paisajes y personas de siempre... De eso, creo, se trata la última película de Almodóvar. Y para Volver, hay que hablar mucho, por el cerebro de los seres humanos (no sólo de las mujeres) siempre es un misterio, y más en esa situación de estar vivos en un mundo que a veces te hace querer hacer las maletas y alejarte varios años luz de distancia...

Tessitore:

Hay que guardar la cita, entonces, para cuando tenga dinero para hacer uná película, lo cual creo no será pronto, jeje... La idea de dejar atrás todo lo que conoces para empezar de nuevo está en la base de muchas películas hermosas. Y de esa canción tan melancólica de R.E.M., "Leaving NEw York", que dice así: "It's easy to leave than to be left behind. Leaving was never my proud"...

Miguel:

Claro! Siempre se pueden ver las cosas desde las dos perspectivas: la del que quiere exorcizar sus demonios (cosa muy improbable) y la de quien quiere aprender a vivir con él de manera pacífica (algo más plausible). Eso es una tregua, a final de cuentas. Reconocer que hemos llegado cansados y destrozados al final de la batalla, y que necesitamos bajar la guardia para lamer las heridas... Eso no quiere decir que el combate se terminó, simplemente que la vida tiene que seguir, a pesar de los demonios y de las fuerzas que desatan...

Mariluz:

Mirar y ser mirado son actividades consustanciales a la experiencia de ser humano, de convertirse en humano en un mundo que se necesita transformar para volverlo habitable. Hace poco me decía un amigo que los estudios de bioarte más recientes llaman la atención sobre la verticalidad de las estructuras que construye el ser humano: están hechas para recorrerse de arriba hacia abajo con la mirada, porque en un momento dado el mono fue obligado a caminar erguido. Y eso nos condicionó desde entonces. Al contrario, estéticas como la japonesa (muy evidente en el cine de Ozu) te obligan a ver todo desde una perspectiva horizontal, que es desde donde se aprecia mejor el fluir del tiempo...

Senses:

Hay un riesgo en depender de los otros para reconocer nuestra propia individualidad. Y es que nos volvamos un objeto ante la mirada del otro. Para los otros, que te miran como ogro o como ángel, sin mediaciones, a veces es más fácil reducirte a esta única dimensión de tu persona. Porque es más difícil hacerte a la idea de que el ogro es ángel, y que el ángel a veces hace cosas de ogro, o que al ogro pueden salirle alas para echarse a volar... Lo importante, creo, es aparecer como un demonio cambiante ante las personas que son importantes y que te devuelven una imagen justa de ti. Porque creo que también debe plantearse una éticas de la mirada...

Grismar:

Efectivamente, el mundo cambia con una mirada, y con los ojos de alguien en particular posados en tí. Imagínate: ayer esto parecía un desastre y el día de hoy, al saber que alguien se preocupa por mi, todo tiene otro color. Y es el mismo mundo de referencia, las mismas cosas que vemos y sentimos... Al final de "La edad de la inocencia", cuando Newland Archer se da cuenta de que su vida fue un desperdicio por plegarse a lo que los otros esperaban de él, dice que lo único que lo consuela es que la mirada de su esposa (a quien nunca quiso de verdad) siempre estuvo posada sobre él. Finalmente, la mirada que menos le importaba en el mundo, fue la que le devolvió la imagen más clara de sí mismo...

Yayo:

Qué gusto verte de nuevo por acá. Yo también he regresado, después de unos días fuera en que mi demonio personal me sacó de la jugada... Hay una imagen muy bonita sobre lo que significa vivir en un mundo plural, y está en la obra de Hannah Arendt: ella decía que el mundo es tan frágil, que al nacer un nuevo ser humano, sin darse cuenta, se inserta en un ámbito de relaciones ya constituidas que modifica de manera definitiva sin darse cuenta. La pregunta, entonces, es: ¿cómo llegar y permanecer de manera responsable en el mundo? Ella pensaba que ser responsable tenía que ver con no instrumentalizar a los otros, pero también con no dejarse instrumentalizar por los demás...

Junta:

Efectivamente, algo hay en el ambiente, y no precisamente, como dice la canción, "love is on the air" (o tal vez sí, quién sabe)... Me acordé de las teorías de Aristóteles sobre la forma en que el ambiente influye sobre la fisiología y los estados de ánimo humanos: cuando el aire está cargado de electricidad, la sangre se licúa más de lo debido y la gente se deprime. En época de calor, la sangre se hace más ligera y por eso sentimos golpes de excitación en el cerebro que confundimos con el enamoramiento... Aunque sus críticos digan todo lo contrario, yo creo que Aristóteles tenía algo de razón...

Zelig:

Por supuesto, serás copiloto en ese viaje junto a los grandes lagos. La conversación sería deliciosa y habría tiempo para que me muestres tu propia banda sonora para la ocasión, es decir, la música que te ayuda a domar a tu demonio personal...

Mario said...

TNF25:

Ja! Creo que mis crisis de identidad vienene, en parte, de no saber si hacerle caso al diablo de la retaguardia o al ángel de la guardia. Pero creo que extrañaría a cualquiera de ellos que me abandonara. Vivir en tensión es difícil, pero lo prefiero a vivir creyendo que tengo todas las certezas en la mano... Aunque luego el diablo y el ángel confundan sus papeles y el primero me aliente a hacer el bien y el segundo a olvidarme de las buenas costumbres... Pero, hay que lidiar con ellos, como seguramente ellos lidian conmigo...

Geekgansgert:

Tienes razón. Prometo aplicarme. Aunque muchas veces no posteo, no quiere decir que no lea. A veces, es difícil agregar algo a cosas como las que tú u otros bloggers escriben. Bueno, no, siempre es posible decirte cómo se ve tu mundo desde esta perspectiva tan particular y acotada que es la mía. Y en el camino surgen conversaciones deliciosas... Tienes razón, no tengo disculpa, pero ya me encargaré de ponerme al corriente contigo... Saludos, Geek

Carlos:

¿Recuerdas lo que decía Heidegger sobre la historia del ser en el pensamiento occidental? A veces se muestra en todo su esplendor, como en el pensamiento de los primeros teósofos griegos; luego se esconde porque no hay nadie con el oido suficientemente agudo para escuchar su llamada, como en el pensamiento moderno... Heidegger tenía nostalgia por la luz que emanaba de una concepción especial del ser y su relación con el hombre, y también de la mirada que este último echaba sobre el mundo en una época en la que todavía no confiaba en sus capacidades técnicas... Por eso, quizá, Heidegger era un ser tan melancólico y políticamente irresponsable...