Thursday, October 02, 2008

To Be Myself Completely

Well my heart has fallen down
Thought I’d talked myself around
But to be myself completely
I’ve just got to let you down

Well I knew I’d say goodbye
Though it’s not my time to cry
And forever and for no one
I will let it all go by
And to be myself completely
I’ve just got to say goodbye
Z-list star in a hundred grand garrett
The ladies say “Hey baby, you’ve earned it!”
I’m not so sure, I toured the land
You could call it work if you count the band
Still your voice calls out to me
Escort me to the harmony
I’m not sure what I will be
Find me in a bitter sweet hello

Well my heart has fallen down
Thought I’d talked myself around
Though we say goodbye and wonder
What’s to know and who’s to blame
But to be myself completely
I will love you just the same


[¿Qué se necesita para poder ser uno mismo de manera plena? ¿Qué tiene que ocurrir para que uno vea su reflejo en el espejo e inmediatamente lo reconozca como propio, e incluso le dedique una sonrisa de complicidad? Como pensaba Sócrates, uno mismo sólo se conoce en su interacción con los demás, porque el demonio ­que nos define como lo que somos –el enanito de pantuflas verdes que nos juega a veces malas pasadas y en otras ocasiones nos premia con la buena fortuna– , sólo es visible para los ojos de los demás, pues se encuentra parado sobre el hombro derecho. Uno sólo puede ser uno mismo entre los demás, entre quienes nos miran de manera crítica pero con una mirada no exenta de ternura. Porque siempre se necesita ser observado como inocente por alguien, aunque se tengan las manos llenas de sangre; porque siempre el corazón reclama vendajes para heridas que aún no han ocurrido. Para poder ser uno mismo, se necesita la buena fortuna que nos conduzca hasta los caminos de las personas que habrán de limpiar nuestros paisajes interiores después de la batalla; aquellos que nos demostrarán con su paciencia que vale la pena renunciar al paraguas para salir a caminar bajo la lluvia, porque de esta manera quizá podríamos necesitar guarecernos en el quicio de una puerta detrás de la cual haya alguien importante esperando. Con buena fortuna y buen ánimo, parece que es posible ser uno mismo de manera completa… Anticipando la pregunta, hace poco le dije a alguien que cuando pareciera que yo me encontrara ausente, me buscara en una canción de Belle & Sebastián –cualquiera, todas se pueden bailar con la misma tristeza en el rostro. Podría ser en alguna pieza del If you’re feeling siniter, y entonces lo que aparecería sería la versión más cínica y desesperada de mí. Pero también está el Fold your hands child, You walk like a peasant, y entonces se asomaría mi rostro más inocente y dispuesto a creer en todas las promesas de redención y solidaridad. Tal vez habría que revolver las letras de Dear Catastrophe Waitress para hallar al individuo que acepta las derrotas, pero aún sigue empeñado en apostar su resto en una partida de cartas mientras sostiene una copa de vino caliente en la mano izquierda y se siente nervioso porque se le han terminado los cigarros. Probando a emprender la excursión en busca del tiempo perdido –o en busca del perdedor del tiempo profesional que soy yo–, tendríamos que estacionarnos por 40 minutos en The Life Pursuit, para confirmar lo que ya era sospecha: que el chico raro que soy yo a veces no hace más que observar el desfile que pasa por la calle mientras espera a que su ropa esté lista en la lavadora, y que otras veces corre todo lo que puede para llegar a la fiesta y se da cuenta de que se equivocó de día, de lugar y hasta de siglo. Por último, pero no al último, habría que regresar al origen de toda esta melancolía de adolescente a punto de cumplir los 30 años y detenerse un poco en los versos que pueblan The Boy with the Arab Strap, que hablan de un buen chico que se entretiene escribiendo en su diario sobre cosas simples como el amor y los héroes de infancia, que sin embargo dan origen a situaciones muy complicadas cuando se quedan mucho tiempo dando vueltas bajo el sombrero…Para ser yo mismo de manera completa, hay que tener la disposición a dejarse llevar por el ritmo y empezar a mover el pie en cuanto empieza a sonar cualquier canción de Belle & Sebastián… Aunque también podría intentar un cambio de tonada: ¿qué tal algo de Tori Amos?]