Monday, January 15, 2007

El encanto del vacío




Para qué negarlo: como dice la canción ranchera, nada me han enseñado los años, porque siempre vuelvo a los mismos lugares, los mismos escritores, los mismos directores, las mismas películas, la misma música, las mismas personas. Con el tiempo, el círculo de cosas entrañables se va estrechando, aunque cada vez acumulemos más experiencias en un espacio que nos fue entregado vacío al nacer. Decía Henry James que uno no hace la defensa de su Dios, porque el Dios que elegimos es la defensa de nuestra persona. En mi caso, uno de los autores cuya primera película que descubrí tuvo el aura de una revelación fue el inglés Mike Leigh. Siendo agnóstico y horrorizado ante la perspectiva de los milagros (porque significarían que la voluntad de Dios puede ser tan arbitraria incluso para ir en contra de las leyes físicas que él mismo habría creado), tengo una idea muy particular de lo que es una revelación en tiempos cínicos y seculares como estos: una persona, un lugar, un autor, un sonido, que parecen estar hechos para una sola persona en el mundo, y que da la casualidad que eres tú mismo. Es como ir pasando por un mercado ambulante, de esos donde se venden todo tipo de cosas inservibles (como muñecas sin cabeza o legiones incompletas de soldaditos de plástico), y descubrir un objeto que no tiene valor para nadie más y que para ti se vuelve algo precioso que deseas poseer de inmediato. El deseo de posesión, por decirlo de algún modo, se presentó en este caso como una revelación.


En 1993, descubrí una película que para mí tuvo esa aura de la revelación, sólo que en este caso se trató de la revelación de un mensaje de nihilismo puro. Naked fue la película que me hizo enamorarme del cine de Mike Leigh, y desde entonces no hemos roto relaciones amorosas (como si me ha sucedido con otros autores). En esta película, un hombre del que no se nos dan mayores antecedentes se dedica a recorrer Londres durante un día para poner en crisis las certezas más arraigadas de todas las personas con las que entra en contacto durante esa jornada. Johnny, interpretado por David Thewlis, le echa en cara a medio Londres el que se hallen tan cómodos en sus vidas, sin saber que la ausencia de solidaridad, la miseria, la imposibilidad de ser feliz sin dinero o la tendencia de las personas a confundir el miedo a la soledad con el amor, son los rasgos que en la modernidad secular toma el Apocalipsis. Particularmente, me resultaba graciosamente aterrador el episodio en el que Johnny se encuentra con el velador de un edificio, quien lo invita a tomar un te con él mientras espera que llegue la madrugada y pueda regresar a su casa. El velador es un tipo amable en su neutralidad y agradable en su falta de espíritu crítico: el opuesto completo de Johnny, pues. El velador le da a Johnny un paseo completo por el edificio a su cuidado: un complejo de oficinas muy bien iluminado, decorado bajo las reglas del minimalismos más uniforme y, paradójicamente, pletórico de espacio vacío.


“Si entendí bien, ¿te encargas de cuidar el vacío?”, pregunta Johnny con una mueca de rabia que amenaza con desbordarse. “Así es”, responde el velador que no tiene resquicios de ironía para ocultar dobles intenciones. “¿Y para qué lo haces?”, replica de nuevo el héroe cínico de Naked. “Pues para ganar dinero, poder llevar comida a mi casa y, en un futuro no muy lejano, darme la gran vida con mi mujer una vez que me jubilé en algunos pocos años”, dice el velador. “¿Y si el mundo se acabara mañana, como anuncian las profecías apocalípticas, no te sentirías terriblemente furioso antes de morir con toda tu familia y saber que dedicaste los últimos años de tu vida a cuidar un espacio vacío, a vigilar que la nada siguiera intacta?”, pregunta Johnny. Con una mirada de miedo que gradualmente se va convirtiendo en terror, el velador le escupe en la cara a Johnny: “El mundo no se puede acabar de la noche a la mañana. Toda mi vida y la vida de los londinenses no pueden terminar por un castigo de Dios. Tiene sentido cuidar el vacío porque en él van a vivir muchas personas, con familias como la mía y con sueños de jubilación como los míos. El vacío es la promesa de lo nuevo, de que hay un espacio libre para que la gente haga cosas buenas en su interior”. “No se puede discutir contigo, amigo. Estás demasiado consciente del fin del mundo, demasiado aterrorizado por el futuro, como para convencerte a ti mismo de que eso nunca va a ocurrir”. Yo tenía en ese entonces 15 años e inmediatamente mi cinismo me puso del lado del personaje de David Thewlis: no tiene sentido perseguir sueños de opio o, en este caso, sueños vacíos como cajas de zapatos.


Andando el tiempo, leí algo que me recordó inmediatamente esta disertación sobre el vacío en la película de Mike Leigh. Bueno: lo leí y después lo escuché. En el booklet de su disco Hotel, Richard Melville Hall, mejor conocido como Moby, escribe una oda a los espacios vacíos y sus posibilidades:


Why hotel? A variety of reasons, but here’s one of them: hotels fascinate me in that they’re incredibly intimate spaces that are scoured every 24 hours and made to look completely anonymous. People sleep in hotel rooms and cry in hotel rooms and bathe in hotel rooms and have sex in hotel rooms and start relationships in hotel rooms and end relationships in hotel rooms and etc and etc, but yet every time we check into a hotel room we feel as if we’re the first guest and we get very upset if there’s any remnant of a previous guest’s stay. Something about this idea, that these intimate spaces are wiped clean every 24 hours, fascinates me: that we enter a hotel room and it becomes our biological home for a while and then we leave. In some ways it’s similar to the human condition. We exist and we strive and we love and we cry and we laugh and we run around and we sleep and we build things and we have sex and then we die and, not to sound too depressing, the world is wiped clean of our biological presence, which from my perspective, makes our brief biological time here all the more precious due to its relative brevity. Hotels in specific, fascinate me in that so much effort is expended to maintain a perfect neutrality. And my hope in this record is not to celebrate or represent the vacuum like neutrality of an empty hotel room but rather to represent the part of the human condition that compels us to lead big and expansive and messy biological lives. I’m fascinated by the airless and lifeless neutrality of so many man-made spaces (empty airports, empty lobbies, empty office buildings etc) but I don’t feel like making music that is airless and lifeless because I also really like people and the messy miasma of the human condition and I want to make messy, human records that are open and emotional because whether I like it or not, I’m messy and human, too (even though like all good sci-fi geeks I do occasionally wish I was a robot). Have I said too much? Should I err on the side of cryptic and esoteric explanations? Well this explanation is neither cryptic nor esoteric, so there you go. And that’s why the record is called “Hotel”. Thanks, and I hope that you like what you hear.

Y es que a Moby le fascina retratar espacios vacíos, como este:




Entre el desencanto optimista de Mike Leigh y el optimismo desencantado de Moby se tiene un abismo insalvable. Hoy le creo más a Moby que a Mike Leigh sobre el valor de los espacios vacíos, y esto no implica que no me guste ya el cine del autor inglés o que me guste en la misma medida todo lo que hace Moby. Simplemente, ha pasado el tiempo y creo que tuve la fortuna de no conocer la soledad metafórica y literal de los espacios vacíos hasta bien entrados mis veintes. Me gusta la música de Moby, porque juega con la idea de ir llenando un espacio de cinco minutos o más (lo que dura una canción) con sonidos fragmentados que se repiten hasta mostrar no el absurdo del vacío, sino que el vacío tiene sentido porque en él pueden colocarse cosas significativas para las vidas de las personas. El vacío que Moby va llenando con sonidos es cálido algunas veces (como el espacio que construye en Play u Hotel) y en otras ocasiones es de una tristeza infinita, como la de los androides de Blade Runner (el caso de Animal Rights o Ambient). Pero siempre Moby da testimonio de lo que significa llenar un espacio vacío de cosas auténticamente humanas, por hermosas, trágicas, finitas y, además, falibles. Decía hace un momento que nunca me sentí tan confundido, ni en mi adolescencia, como el día de hoy, precisamente por la perspectiva del vacío que tengo delante de mí. No es que piense arrojarme de cabeza al vacío, al menos no por el momento; sino que siento que estoy en un momento en el que dispongo de muchos espacios vacíos para irlos llenando gradualmente con cosas y personas que me acompañaran durante el resto de mi vida. El vacío da vértigo, pero también es una zona de creatividad por activar. Que algo esté como posibilidad, no significa que prospere sin dificultades, del mismo modo que la existencia de la semilla no significa el desarrollo completo y pleno del árbol.

En Tres colores: Azul, Kieslowski ensaya una definición de la libertad que es negativa: se aproxima a este valor de los revolucionarios del siglo XVIII a partir de la ruptura del personaje de Juliette Binoche con todo aquello que la hace una persona no libre, a partir del momento en que su esposo e hija mueren en un accidente, dejándola sola en el mundo, en un espacio vacío lleno de cosas que no le pertenecen a ella. Julie decide abrazar la oportunidad de ser verdaderamente libre de todo que el destino le ha dado: entonces rompe con la sujeción del dinero, con su familia, con sus amigos y, finalmente, se instala en un departamento al que deja parcialmente vacío. Julie no quiere llenarse nuevamente de cosas que entorpezcan su tránsito por el mundo; aferrarse al espacio vacío le da una sensación de intimidad consigo misma que la vida en familia y todas las comodidades burguesas le había impedido experimentar. Pero a Julie le queda un largo camino por descubrir, para al final de la película darse cuenta de que, como pensaba Kant, ser libre es poder atarse a aquellas relaciones que uno puede decir que ha escogido de manera autónoma. Hay un objeto que Julie trajo de su antigua casa a su nuevo –y vacío– departamento: un candelabro de cuentas de vidrio de color azul, el mismo que siempre quiso alcanzar cuando era pequeña, pero que ahora que había crecido y podría tocarlo sin esforzarse, se había olvidado del propósito de ese caprichop infantil. El candelabro azul, como la música de Van den Budenmayer, le recuerdan a Julie que el vacío está allí para llenarse de cosas y relaciones significativas que no signifiquen una carga sino, al contrario, el equipaje necesario para emprender el viaje largo y sinuoso que son los años que le quedan por delante. Al final de la película, Julie puede llorar y abrazar el vacío de una existencia –como la humana– que está condenada a nunca ser completamente libre. Pero el vacío tiene su encanto: si en él se conjunta el escepticismo de Naked, la ternura de Moby y la sabiduría que Kieslowski expresa en Azul.



26 comments:

Cinzcéu said...

A veces no me siento de humor o de ganas para seguir estos posts con la atención que reclaman y otras sí. No es una crítica ni un elogio o quizás ambas cosas, no sé. Es que cada entrada es un desafío a entrar (valga la redundancia) en algún área crucial de lo humano. Son textos largos, informados, agudos e incluso a veces obligan a leer en dos idiomas (a uno que apenas lee bien uno... pero excelente la cita al hotel vaciado de huellas cada 24 hs). Pero vuelvo y leo y releo y por algo ha de ser.
El tema del vacío (y su encanto o desencanto) es inconmensurable. Allí están los minimalismos y el horror vacui, los barrocos (hay varios) y el vaciamiento de todo sentido. El artículo me ha dejado pensando en varias cosas pero, por no abusar, cierro con unos versos/ canción de Charly García que me ha evocado: "Si los pesados, mi amor, llevan todo ese montón de equipaje en la mano,
oh, mi amor, yo quiero estar liviano. Cuando el mundo tira para abajo yo no quiero estar atado a nada". Es, también, creo, un modo de encanto del vacío... más allá de lo que diga Kant sobre ataduras y libertad. Saludos.

Grismar said...

Complicado comentar lo que tiene tanto. Siempre volvemos a los mismos lugares, pero nunca somos los mismos al volver.
Los espacios jamás están vacíos, siempre están llenos de nuestra mirada, no hay nada más en ellos que lo que vemos, y no podemos llenarlos con nada que no veamos.
Como Kant, creo que ser libre es atarse a lo que uno quiera. Y también opino como Charly, "es mejor no estar atado a nada, imaginen a los dinosaurios en la cama", ellos sí son pesados, ocupan demasiado espacio, no dejan ver, la terrible imagen de compartir la cama con un dinosaurio exige ese primer paso, como Julie, vaciar, vaciarnos. Es tan complicado, siempre estamos nosotros.
besos

Tessitore di Sogno said...

A diferencia del señor porcelana siempre he tenido fobia a los hoteles, ese marco desolador de un pasillo inmenso lleno de puertas con personas cohabitando de modo tan estrecho con fines carnales, esa utilidad de las recamareras llegando tras un par de amantes renovando las sábanas y en poco minutos otra nueva, como planteas pretendiendo llegar a llenar de nuevo ese espacio, esa continuidad de sombras bailando en un vacío antesala del ruido externo de una metrópoli que desborda emociones en soledad.

Aquél homosexual caminando en zona rosa a media noche, alcoholizado a las cuatro de la mañana triste porque no tuvo romance, la esposa abnegada que sigue con su pareja solo porque así se dieron las cosas, el hijo abandonado, la madre incomprendida y abusada, vivimos en un mundo Capitalista lleno de inmensos vacíos que muchos nunca llenan.

Yo ya no pretendo llenarlo de cosas materiales pues no le veo más que una utilidad práctica, creo que a lo largo de mi vida he llenado bien esos vacíos de ver cosas que mucha gente no ve, a veces me gustaría canalizar bien esa sensibilidad suele desbordarse y simplemente no puedo con ella.

A lo largo de tus “posts” has colocado varias fotos y narraciones que captan esos momentos que estoy seguro forman parte de tus espacios, como la rueda girando entre dejando ver esa mirada desoladora o esa mujer aterrada acariciando esos cristales del color de la nostalgia, si embargo son esos mismos espacios los que nos hacen ser felices y al mismo tiempo tristes, son esos fragmentos de tiempo que algún día iremos de llevar con nosotros a algún lado ó que simplemente nunca existieron ni nadie jamás notó.

senses and nonsenses said...

post intenso, y como siempre un magnífico intento de reflexión. la aversión al vacío, el horror vacui, el vértigo a la libertad? (como en kieslowski).
no puedo estar más de acuerdo contigo en la imposibilidad del vacío, puesto que es la posibilidad de llenarlo de cualquier cosa. el vacío es potencialidad, silencio, creatividad.
en 'azul' de kieslowski también estaba esa idea, la imposibilidad de vaciarse, de la libertad al fin y al cabo, porque estamos atados a pequeñas cosas, como julie está a la lámpara azul de su hija, o a la música de su marido; aunque tu idea de que la libertad es atarse a aquello que queremos me parece una idea muy romántica.
me encantó el post.
un abrazo.

Herr Boigen said...

Desde que supe que Mike Leigh puso a The Cure de soundtrack en "Career girls" he querido ver esa película, pero no la he hallado, ni esa ni otra :S

Anonymous said...

Concuerdo con Grismar, ¿Como comentar algo que tiene tanto?.

Por una parte, me parece fascinante tu apreciación de la musica de Moby, al grado que me has hecho desear revisar de nuevo el disco Hotel, que pasó meramente desapercibido ante mis oidos, pero quiero escuchar y sentir como se llenan esos espacios de tiempo con algo realmente significativo.

Pero particularmente tu apreciación del trabajo de Kieslowski es magnífica. El concepto de la libertad negativa y el análisis de los motivos de Julie para llenar los espacios vacios de su vida (y su nueva forzada libertad) son realmente dignos de compartirse.

He de confesar que no habia hecho esa lectura de Blue/Bleu en ese sentido, y ahora concuerdo totalmente contigo.

Me has hecho el día.
Finalmente te quiero comentar que tuve una experiencia similar con un filme de Mike Leigh, pero con 'Life is Sweet'. Ya luego comentaré al respecto.

Arkturo said...

creo que eh de reiterar mi coincidencia con más palabras de lo que quedá, demás por comentar.

Cuando uno suele, aventurarse ante el hecho de regresar a un lugar al cuál pertenece ó no, nunca será el mismo, el mundo suele tener un etiquetado instantaneo que te hace transformar a cada momento en algo distinto a lo que eras originalmente en el pasado, cada movimiento y palabra, disminuye ó incrementa nuestra capacidad para poder adaptarnos a lo que somos en el mundo. no eh tenido la oportunidad de poder vér esas dos cintas que citas, y ni mucho menos de fijarme en ese detalle que moby, suele tener con la estructura de parte de las canciones de "Hotel", pero eh de concluir que justo la libertad es el sentimiento que se suele darle felicidad en expresión al ser humano, y no una simple expresión de realizar lo que uno quiere, la libertad siempre trae bajo la manga el querer reiterar nuestro compromiso con un algo que está predefinido, y que de algún modo uno logra intentar tener para poder ser felices, es de las "felicidades raras" que uno suele tener. Cuando mencionaste acerca del curioso personaje de Naked (el velador), me recordaste a mi padre, que a pesar de que de igual manera es velador y gerente de un restaurant, suele compartir la idea de tener el tan ingrato amor hacia los espacio vacíos. A El no le ah sucedido ninguna muerte de alguno de sus hijos, pero a pesar de que ello no suceda, el mismo sentimiento de querer tener toda esa soledad y libertad de un espacio, lo hace ser como és, alguién que suele inculcar ante la familia, la plantilla de vacio, y soledad bastante bién marcado. El casi no suele tener una vida social marcada, el se alimenta de los espacios vacios, en donde uno pueda crear la maravilla distorcionada que a veces suele ser la soledad. mi querído padre...

mario!!!

dame más señales de vida!!

Arkturo said...

Y Volver Volver...

Volver...

las rancheras siempre me insitan a no ser yo mismo. (y a embrigarme).

por cierto, ¿cómo se llama la canción ranchera que citas?

Josue said...

Hola de nuevo mario!!!
no hay mucho que comentar , bueno almenos para mi en cuanto alo de los espacios vacios. ya que suelo sentirme mejor estando en lugares asi, talvez sea el porque de mi aficion alas fotografia...pero almenos siento yo que es un buen lugar para darte cuenta de la vanalidad que siempres nos compaña
y es cierto que las cosas son las mismas pero nosotros no, solo es cuestion de "instantes" que nos haze sentir que ese lugar nos pertenece o pertenece una parte de nosotros ,consido con moby igual que ati me gusta su musica , suerte

Silencio said...

El vacío, no se, creo que todo el mundo lucha contra el vacio de alguna u otra forma, no se porque, ves que se llenan casas de basura, uno su vida la llena de objetos, pero tendría que entender que es el vació y donde esta para saber como llenarlo y si realmente es necesario llenarlo, no, llenar una caja de recuerdos no significa que has amado, mierda que no, son cosas que estan dentro de uno.

No se voy a tirar algo de basura.

M said...

El Erario y yo te invitamos a un café... ¿Aceptas?

el juntacadáveres said...

ok... ok...
por fin me tome todo el tiempo del mundo para leerte... vas camino a ser un superstar de la blogosfera eh!!! mira cuantos blogueros te comentan!! y bueno... veamos...

de verdad crees que ese espacio que nos dan al llegar aquí se encuentra vacio¿? a mi me parece más bien que esta lleno, y nos toca a nosotros construir un algo de todo eso que nos han puesto ahi... la cultura con todo lo que significa esta ahi para que nosotros la resignifiquemos... pero todo estaba ya ahí no¿? hasta nuestro cuerpo lo significamos por lo que hay ahí afuera que es finalmente lo que hay dentro... un contradicción parece... un vacio que esta lleno, algo que esta ahí antes de estar...
y me pregunto entonces, ese objeto tiene un valor especial para ti, sólo porque asi tiene que ser o porque todo eso con que esta "lleno" tu espacio hace que eso "lo otro" te signifique algo... me pregunto...

asi pues creo que no hay tal vacio... es una idea pero hasta como idea esta llena y cargada de significados... el vacio o la realidad o la libertad son más como esos juegos de cubos que uno ordena a como dios te da a entender... jajaja...

Arkturo said...

ya es un heroe de la blogosfera

para mí ya lo es..


no hayy.. marchaa.. a neww yyoorkk

me hace feliz leerte xD

Mario said...

Cinzcéu:

Me da gusto saber que una de las mitades del cielo que llueve sigue posada sobre este territorio... Tengo que reconocer que la brevedad nunca ha sido lo mío: soy muy barroco y un poco irrespetuoso del tiempo de los demás. Nunca me prestes tu oido, porque corres el riesgo de sufrir una congestión auditiva, jejeje. Pero trataré de ser más breve y directo. Sabiendo que, como decía Monterroso, lo que es bueno y breve, doblemente bueno, pues tengo que trabajar más con la consición... El tema del vacío y de ir liviano por la vida para levantar el vuelo, me recordó el final de "Heaven", la primera película de la nueva trilogía que Kieslowski planeaba al momento de morir: hay que estar ligero de equipaje para poder cargar con el peso del mundo de la otra persona que quieres que remonte contigo. Aunque en ese caso, el peso no es una carga... Un abrazo y gracias por lo de Charly!!!

Grismar:

Monterroso también escribió sobre ese ahora famosísimo dinosaurio que, cuando se despertó, todavía estaba allí. En México abundan los dinosaurios: lo es una clase política que nos acostumbró al elefantiasico peso del poder autoritario sobre nuestras espaldas, y a veces también lo somos los ciudadanos que no hemos querido darnos cuenta que el cambio tiene que venir desde abajo y no promovido desde la cúpula política. Todos estos son dinosaurios que pertenecen a otra época, que no supieron evolucionar y que pretenden que el mundo se adapte a sus anatomías. Con esos dinosaurios no se puede compartir la cama ni el pan ni las alegrías... Muchas gracias por esa otra mitad de lluvia (y por los besos) que me compartes, Grismar...

Tessitore:

Es que el vacío también genera vértigo. Aunque puedes seguir estando en medio del vacío, aunque te encuentres en una plaza atestada de gente. Y viceversa: a veces no hace falta una multitud, sino estar con la personas o las cosas adecuadas... Por ejemplo, el día de hoy te escribo desde mi oficina que está en un piso atestado de gente con muchos de quienes no tengo la menor comunicación. Y sin embargo, el hilo de palabras que se teje a través de la blogósfera permite llenar ese vacío de la hora antes de terminar la jornada laboral... Y es que también el vacío de los hoteles da miedo. Como en "Las horas", cuando el personaje de Julianne Moore se da cuenta de que cruzar la línea entre su vida llena de cosas y el vacío de la muerte es tan tenue como ingresar en un hotel e ingerir somníferos... O como en "Memorias de Antonia" (que tanto gusta a Medeo), cuando la nieta se siente tentada a lanzarse al vacío para seguir a todos esos muertos cuyas voces son tan dulces... Tessitore, hay mucho vacío por llenar y muchos acantilados de los cuales es mejor pasar de largo, no sea que en un día de tristeza no podamos resistir la tentación de lanzarnos al vacío...

Senses:

Pobre del genio que fue Kieslowski: murió lleno de esperanzas por un mundo que no podía ver sino con los ojos del pesimismo. Es muy romántico también el punto de partida de "Blanco" (la más polaca de sus películas francesas): la escena de la boda, de la novia recorriendo el camino de las felicitaciones y los abrazos, regada con el arroz nupcial, hasta que vuelve la vista a la cámara para observar a Karol Karol con un gesto de alegría que poco a poco pierde su entusiasmo... Y después Karol sabrá que la igualdad entre las personas es imposible, porque unos somos más iguales que otros (como dice el refrán polaco), porque amar significa "discriminar" y aislar de las demás personas al objeto del afecto, porque los seres humanos siempre queremos construir utopías perfectas en las que sólo quepan dos personas... Gracias, querido Senses...

Doktor Boigen:

"Career Girls" es una pequeña obra maestra. Pequeña porque carece de pretensiones y su punto de partida no podría ser más modesto: una reunión de amigas de la universidad. Pero es tan compleja en su pintura de los estragos que el tiempo hace sobre las personas y sus sueños. Es una película tristísima, que siempre me hace pensar en aquellos amigos entrañables de la universidad que nunca volví a ver... Porque tú sabes que estudiar filosofía siempre te conduce a las regiones más insospechadas del mundo, y que generalmente no son las más placenteras... A ver "Career Girls", Doktor Boigen, y luego me dice qué le pareció...

Mario said...

Beto:

Moby sigue siendo mi cristiano favorito: el ejemplo perfecto del "bedroom artist" que llena los vacíos de sus partituras con sonidos que, en principio, no le pertenecen. A veces son los lamentos sureños que claman por libertad o simplemente le dicen (le susurran) a Dios que nadie sino él podría conocer sus problemas. En su época punk (que es la que más me gusta), Moby gustaba de evocar a Joy Division para decir que el vacío del mundo era pleno y que todo estaba perdido. En su época lúdica posterior a "Play" (que es en la que me siento más cómodo), el vacío puede ser llenado con la certeza de que todos somos hermosos, que todos estamos hechos de estrellas o que hay caminos extremos para salir de la soledad... Me da mucha curiosidad lo que hará Moby en el futuro, y espero que algún día vuelva al punk y a sus gritos desagarrados... "Life is sweet" la vi hace mucho, en una época en la que estaba aquejado por un severo insomnio, así que no la recuerdo muy bien. Pero todo lo que he visto de Mike Leigj posterior me gusta mucho, aunque en diversos grados. "Secretos y mentiras" por cuestionar el mito del instinto maternal; "Vera Drake" por hablar fuerte y sin ambigüedades sobre las implicaciones morales y políticas del aborto; "Career Gilrs" por permitirse ir al fondo de la nostalgia para mostrar que la memoria es un dispotivo muy tramposo, pero que sin él sería imposible vivir... Por cierto, ¿qué te parece una mezcla entre el pop dulzón no de Moby sino de Royksopp y las imágenes de Kieslowski? Ahí va:

http://www.youtube.com/watch?v=Yc-POnyWFHA&mode=related&search=


Arkturo:

Mi propio padre en algún momento de su vida (uno no muy bueno, debo reconocerlo) se dedicó a cuidar los espacios vacíos de una escuela. Sólo que de esos años yo tengo un recuerdo agridulce: sabía que mi papá no estaba a agusto en ese trabajo, que le deprimía mucho el vacío, pero al mismo tiempo fueron momentos en que, para hacerle la jornada menos pesada, yo lo acompañaba. En medio del vacío compartimos cosas que difícilmente hubiéramos compartido de día y a pleno sol. Esa es la contradicción del vació... Digamos que él y yo teníamos una de esas "felicidades extrañas" de la que hablas, en la que la tristeza era la forma y la alegría el contenido, o viceversa (como escribe Kundera en "La insoportable levedad del ser")... Pero el vacío que más me gustaría ver lleno de palabras es el de la siguiente página en blanco que completará la novela sobre la gente que duerme y sueña... Abrazos, hasta donde te encuentres... Por cierto, la mía es una deformación de la canción esa de José Alfredo: "siempre caigo en los mismos errores, nada me han enseñado los años"...

Josué:

Hey, qué gusto encontrarte de nuevo. Sospecho que es en la fotografía, como el cine que históricamente fue su derivado, donde mejor se expresa ese coqueteo constante de los seres humanos con la idea de vacío. Veo las imágenes del propio Moby fotógrafo y creo que son una extensión de su música: los escenarios vacíos, él mismo reflejado en elevadores y cuartos de hotel, su equipo de músicos en pequeñas fiestas privadas, la ciudad de Nueva York por la que siente un amor infinito. En buena medida, las imágenes de Moby me recuerdan las del libro de fotos que Michael Stipe hizo basado en las canciones de su musa Patti Smith... En "Paris, Texas", de Wenders, se hace evidente esa idea del vacío pletórico de significados y promesas de cosas que no se cumplen; también está presente en la película de Wenders la idea del cine como luz suspendida, de la imagen en movimiento, que se acuerda de sus orígenes estáticos en la fotografía...

Silencio:

Tienes mucha razón: hay veces que el vacío resulta insoportable y hay que atiborrarlo de cosas inservibles, de recuerdos de lo que suponemos fueron mejores épocas o de artefactos que esperamos nos permitirán encarar mejor el futuro. Es como decía Kundera: que la gente tiene dos formas de definir su individualidad, el método de la suma y el de la resta. A través de la suma, los individuos nos rodeamos de cosas que esperamos nos definan y diferencien de los demás: el gusto por Schubert, la preferencia por los omelettes de setas, ser proclives a los amigos que son fanáticos de Nirvana, por ejemplo. Resulta que el problema, como dice Kundera, es que después de sumar tantas cosas a nuestra persona, corremos el riesgo de desaparecer. Y, por otra parte, el método de la resta consistiría en quitarnos cosas que pensamos son superfluas para nuestra vida: odiamos a Silvio Rodríguez, rechazamos a los ingleses con sentido del humor gélido o nos deshacemos de todo lo que tenga que ver con el marxismo. Y luego resulta que nos quitamos tantas cosas que acabamos descubriendo lo insignificantes que somos despojados de todo accesorio... Entre la suma y la resta, parece, se define buena parte de nuestra existencia...

Medeo:

Va, les escribo para ponernos de acuerdo... Y gracias de antemano, a ti y al Erario...

Junta:

Creo que tienes mucha razón: el vacío es una ilusión o, mejor dicho, una idea regulativa. Aunque de hecho estemos llenos de cultura y de tradición, tenemos que imaginarnos como ejerceríamos la libertad desde la idea de que somos totalmente dueños de nuestros actos... Pero de todos modos creo que es imposible deshacerse de todas las tiranías que pesan sobre nosotros: empezando por la del cuerpo, un cuerpo que siente, que desea, que se duele, que anhela... En el juego de cubos al que te refieres, habría que acomodar las piezas de nuestro cuerpo y nuestra conciencia para que formen una estructura en la que no nos sintamos tan oprimidos, sabiendo que hay tiranías de las que es imposible desembarazarse... Qué bueno tenerte de regreso, y de nuevo digo que trataré de no dejarlos tan exhausto con estos posts kilométricos que, tal vez, pretenden ir contra el vacío que de pronto siento me invade en los últimos días... Gracias, querido Junta...

Josue said...

me acordastes de "the great beyond"
r.e.m por eso se te estima querido mario .Esa es una de mis cancione para la vida...
y la foto primera foto me recuerda lo vago que soy suelo vagar por la noche su esencia me hipnotiza.
saludos

Mario said...

Josué:

I'm pushing an elephant up the stairs
I'm tossing up punch lines that were never there
Over my shoulder a piano falls
Crashing to the ground

I'm breaking through
I'm bending spoons
I'm keeping flowers in full bloom
I'm looking for answers from the great beyond

Arkturo said...

me encantaría estár bailando como Michael Stipe en Losing My Religion.

que guayy

( en una sala vacía :) )

Mario said...

Arkturo:

¿Qué te parece esta?:

Everyone around
love them love them
Put it in your hands
Take it take it
There's no time to cry
Happy happy
Put it in your heart
Where tomorrow shines
Gold and silver shine
Shiny happy people holding hands
Shiny happy people laughing
Shiny happy people holding hands
Shiny happy people laughing

Arkturo said...
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Arkturo said...

shiny happy people siempre me mola, puesto que siempre me pone feliz, si no os comprobéis en la lista que hize hace un par de meses.

http://arkturo.blogspot.com/2006/05/sonica-para-estar-feliz.html

en el primer lugar!

oye, haré el cordiál meme que me has pasado, gracias por elegirme entre tantos, lo haré el próximo sábado, pues haré mi post 700!.

por cierto, ayer fué día histórico para méxico, jodeeer, desde que tengo doce años no me pierdo ninguna sola entrega de los oscars, que a pesar de que no son lo mejor del mundo, siempre me molán para poder hecharle un ojillo a lo que según ellos fué de lo más destacado de la escena cinematográfica mundial, estuve viendo desde la mañana los trailers de algunas películas, y documentales nominados, y entre lo que más me llamó la atención fué este documental, que no sé que me medio provocó..

http://youtube.com/watch?v=y_EKHK1C2IE

está nominado junto a "La Verdad Incómoda". Pero a comparación de otros filmes, en este tienen como primera escencia a los niños en relación a la religión.

a momentos puedo decirte que eso a veces no me hace feliz.

Mario said...

Arkturo:

Gracias por el vínculo... Ya tendremos que comentar con más calma esto de las nominaciones. Sólo una queja: que no aparecieron ni Sacha Baron Cohen ("Borat") ni Steve Carrel ("Little Miss Sunshine") en la lista de nominados... Y de todos los premios, el que más me da gusto son las dos actrices de "Babel": Adriana Barraza y Rinko Kikuchi (¿es correcto?)...

Soorikeit said...

confieso que ni siquiera lei el post
solo vi las fotos
vi azul -creo- cerca d 22 veces entre el 95 y el 98, tenia yo menos de 20 años aun yo...
dspues siempre la reponian al menos una vez al año

hace unos 5 años que no la veo

esa lampara de colgantes azules significa mucho para mi

thks por recordarmela

Mario said...

Don Zuricato:

A mi me pasó algo similar que a tí: conocí a Kieslowski cuando tenía 15 años y llegó a México la trilogía de los colores de la bandera francesa... Entonces no había DVDs y la recuperé hasta hace un par de años, en esas ediciones recargadas de extras que a veces son excesivas. Pero aquí había una joyita, y era un cortito sobre Kieslowski montanto la escena en que el personaje de Juliette Binoche sumerge un terrón de azúcar en su café. Muy meticuloso el tipo, con una mirada azul tristísima, hablando polaco y sintiéndose algo incómodo porque lo tenían que traducir al francés. Un genio, pues... Gracias por comentar, y a ver si un día te lees el post completo

The Perez said...

te podría recitar trosos completos:

el del trailer cuando empieza a decir "piano, piano, tecla sobre tecla"
me acuero que en el cine daban esa sinopsiis y yo tiritaba...

o cuando le grita OLIVIEEEE OLIVIEEEEEEEEEEE a la salida del palacio de justicia. Bueh, creo debo verla de inmediato. A CAMBIO, te dejo la señora que obsesiona mi ojo hoy.
http://www.youtube.com/watch?v=lqVKOilZO2A


ABRAZO

Resspect!

Mario said...

The:

Es bellísima esa secuencia de la composición. La escuchas en el disco, sin imágenes y sigue siendo magnífica. Pocas veces he visto una película que comunique también lo difícil del proceso de crear, de enfrentarse con una partitura (lienzo, roca, hoja en blanco) vacía para colocar en ella notas que expresen el dolor o la alegría que se experimenta en ese momento... E irremediablemente, esta secuencia se vincula con la del final, la del Concierto para la Unificación de Europa concluido, con ese recorrido de la cámara por los personajes y escenarios que dieron forma a esa composición... Un saludo, y gracias por venir acá