Ha sido una semana muy movida: el lunes Franz Ferdinand y el jueves The New Pronographers. Me acordé de lo mucho que disfruto escuchar música en vivo, sintiendo que el bajo y la batería (aunque estén mal ecualizados) me retumban en el pecho, y al día siguiente amanezca con un zumbido en los oídos (señal de que empiezo a estar en la edad en que ya no debería desvelarme tanto). Me gustaría ver a tantos músicos en vivo, y no sólo a través de los videos del You Tube. Hasta el momento, he cumplido algunos de mis sueños: como escuchar en vivo a Moby, R.E.M., Ute Lemper, Gustavo Cerati, Madredeus, Mecano (cuando iba en la secundaria), Michael Nyman, Philip Glass, Red Hot Chilli Peppers, King Crimson. Ayer por la noche escuché que probablemente venga Morrisey a México y me puse a pensar en tantas bandas y solistas ante los que me gustaría perder la compostura y volverme un fanático histérico que corea las canciones y grita aunque no deje oir al de junto. He aquí mi lista de peticiones a Santa Claus, OCESA, o la instancia encargada de cumplirlas:
1) Radiohead (quiero oir la voz de Thom Yorke, que siempre recuerda a los gemidos de un animal desesperado atrapado en una trampa de cazador).
2) Björk (creo que el sólo hecho de verla en un escenario, con ese físico totémico, sería impresionante).
3) Morrisey (nunca pude ver a The Smiths, pero con los años Morrisey sigue demostrando que él siempre fue el dueño de la fórmula secreta para hacer grandes canciones, unas bailables y otras para cortarse las venas, unas como "You have killed me" o "I have forgiven you Jesus").
4) The Arcade Fire ("Alexander, our oldest brother, set off for a great adventure...").
5) Leonard Cohen (no me imagino cómo debe ser escuchar "Suzanne" o "Everybody Knows" en vivo).
6) Sufjan Stevens (mi segundo cristiano favorito, después de Moby).
7) Gogol Bordello (60 revolutions per minute, this is my regular speed).
8) Yann Tiersen (quiero ver cómo convierte en esa música tan tierna y poderosa el sonido de los juguetes infantiles con los que se sube al escenario).
9) Scissor Sisters (no importa que ese día no me sienta de humor para bailar).
10) Belle & Sebastian (aunque todavía me siento ofendido por la cancelación de su reciente visita a México, así que si vienen me mostraré frío y distante).
11) Portishead (la voz de Beth Gibbons es otra de las formas en las que el dolor y la desesperación se vuelven placenteros, si es que cabe imaginar tal cosa).
12) Air (no me había dado cuenta cuánto me gustaban, hasta que en un ataque de melancolía escuché su obra completa de un sólo tirón).
13) Bright Eyes (el niño prodigio del indie, que va del rock al electrónico, pasando por las baladas desgarradoras, sin siquiera inmutarse de tan talentoso que es).
14) Kings of Convenience ("I'd rather dance than talk with you...").
15) Sigur Ros (¿cómo sonará en vivo el "Agaetys Birjun" cantado en Hopelandish por Jonsi, el vocalista que con Thom Yorke y Beth Gibbons comparte una capacidad inusual para provocar el transe con las notas musicales que produce su voz?).
En fin, la botella ya fue tirada al mar, esperando que algún ejecutivo de OCESA la recoja.
4 comments:
Querido Mario, de tu larga lista te diré que yo sí he tenido la fortuna de asistir a alguno de esos conciertos. Sólo por ponerte los dientes largos te los cito a continuación, jeje:
- Radiohead, espectacular. Inolvidable el momento en que todos coreamos el "Karma police".
- Yann Tiersen, sé que estuve en un concierto pero casi no lo recuerdo, no me convenció, aunque ya hace unos años.
- Portishead, me encantó, aunque mis recuerdos son vagos también. En este sentido, por citarte un grupo similar, disfruté mucho más con Massive Attack.
- Belle & Sebastian, uno de los peores directos que vi nunca, probablemente tuvieron un mal día, no lo sé.
Y de tu lista estuve apunto de ver en alguna ocasión, pero no hubo manera, a Björk, Morrisey, Leonard Cohen y Scissor Sisters. Espero apuntes también mi nombre en esa botella.
Un saludo,
Z.
Gracias Zelig, por comentar. Ya me sentía el coronel que no tenía quien le escribiera. En México existe una rara costumbre. Como no somos una plaza muy frecuentada por las grandes bandas, y anhelamos tanto verlas en vivo, comienzan a circular los rumores. Según esto, Bjork y Radiohead han estado con un pie en el avión a punto de salir para México, y todo se ha caído a última hora por detalles nimios. Yo creo que más bien son las ganas de verlos en vivo lo que nos lleva a dejar volar la imaginación. Qué bueno que la botella llegó a su destino...
Un abrazo.
Me sumo a las peticiones 3, 9 y 12, Querido Santa.
Love Doctor: 3, dicen que ya viene en camino (aunque México sea un país eminentemente carnívoro); 9, seguro que con el reciente "Ta-Dah!" habrá la posibilidad; y 12, qué decir del número 12... Quizás debas tu interceder con Sofía Coppola, su gran amiga, para que nos los mande a la Ciudad de México
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